¿Qué alimentos pueden ayudar a tu hijo a dormir mejor?
En la actualidad, y debido en muchos casos a la ajetreada vida que llevan los adultos y a las grandes distancias que recorremos entre la casa y el lugar de trabajo, los niños se ven sumergidos en una vorágine de actividades extraescolares, físicas o intelectuales, al terminar su jornada escolar, alargando su actividad casi hasta la hora de la cena.
La cena, lamentablemente, se pospone para incluir el baño e, incluso, por falta de tiempo se prepara algo rápido, sin darnos cuenta de que puede ser un excelente momento para favorecer la relajación de los niños a través de la ingesta de algunos alimentos.
Carbohidratos complejos – el arroz, la pasta – si son integrales mejor aún – o las papas se caracterizan por liberar energía paulatinamente, por lo que no aumentan el azúcar en la sangre al comenzar la digestión i generan picos en la secreción de insulina, siendo ideales en la cena. Además, potencian la absorción de triptófano, aminoácido estrechamente relacionado con la relajación.
Platos calentitos – sopas, cremas o purés son perfectos para que el cuerpo entre en estado de relax previo a irse a dormir.
Leche – la leche es fuente de triptófano, el aminoácido más necesario para el descanso. Un vaso de leche caliente antes de irse a dormir proporciona una relajación muscular adicional para el descanso infantil.
Huevos – son fuente de triptófano, además de ser un alimento muy completo. Preferiblemente, ni deben consumirse fritos a la hora de la cena, ya que el exceso de aceite hace que sean más pesados y difíciles de digerir.
Pescado azul – estos pescados aportan ácidos grasos omega 3, magnesio, selenio y triptófano. El selenio se relaciona con una disminución del estrés y la ansiedad, mientras que el magnesio, además de participar en la liberación de melatonina junto con el triptófano, ayuda a prevenir tensiones musculares y a reducir la excitación.
Carnes magras – Aportan vitaminas B6, además de hierro y zinc, dos minerales cuya escasez afecta de manera negativa la calidad del descanso del niño.
Plátano – Además de triptófano, contiene vitamina B6 y pequeñas cantidades de magnesio y de selenio, los minerales más recomendados para conciliar el sueño.
Miel – se caracteriza por contener sustancias potencialmente antiinflamatorias que ayudan al cerebro a relajarse, por lo que añadida a la leche antes de acostarse, puede intensificar el efecto relajante de la misma.
Agua – Una buena hidratación es indispensable para un buen descanso, así que no debemos sustituir el agua por ninguna otra bebida a la hora de la cena.
Y ahora, sólo nos queda desearles ¡felices sueños!
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