¿Cómo afecta la alimentación al sistema inmune?
Desde que el médico griego Hipócrates afirmó “que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento” se conoce que la alimentación juega un papel importante en la prevención y tratamiento de las enfermedades.
Porque, en efecto, lo que comemos forja nuestro sistema inmune. Ya en el vientre, a través de los alimentos que ingiere la madre, el feto recibe nutrientes y otros compuesto que comienzan a definir sus defensas. Después del nacimiento, la lactancia materna aportará componentes esenciales para el desarrollo completo del recién nacido, mejorando también la función inmunitaria durante todas las etapas de su vida. Se ha demostrado que aquellos niños que han tomado leche materna presentan menor incidencia de enfermedad inflamatoria intestinal, alergias y asma durante la niñez. Incluso se asocia la lactancia con menor probabilidad de desarrollo de diabetes y obesidad durante la vida adulta.
Se ha visto que aunque los primeros años son fundamentales para el correcto desarrollo de nuestra inmunidad, las células inmunes necesitan estar bien alimentadas durante toda la vida, requieren un aporte permanente de energía, macronutrientes y micronutrientes adecuados.
Queda claro que nuestro estado nutricional influye sobre el sistema inmunitario. Un individuo bien nutrido se encuentra mejor preparado para hacer frente a cualesquier agente extraño o patógeno que pueda invadirlo. Todo lo contrario de quienes sufren malnutrición, ya sea por déficit o por exceso en la ingesta de alimentos.
NUTREMEDICAL?