Insomnio y cuarentena
Con el coronavirus y el aislamiento social, son varios los que no pueden conciliar el sueño.
La cuarentena que generó la pandemia de coronavirus provocó un cambio radical en hábitos y costumbres. El aislamiento generó que muchas personas tengan problemas de sueño y padezcan insomnio.
En tiempos normales, que no son estos, el descanso se inicia cuando la mente cuando la mente libera el cuerpo del control absoluto del exterior y deja paso a la fase de reseteo, relajación y sueño. Ahora, como nada está en orden, el estado de alerta no permite el pasaje de la vigilia al sueño.
A esto se suma además la incertidumbre en relación a lo laboral. Angustia por la economía familiar.
El insomnio se ve agravado por la sobreinformación, no hay rutina, ya que el día es inquietante y amenazante. Se potencian las señales displacenteras de ansiedad y angustia, que se retroalimentan desde los medios y redes sociales.
Según los especialistas, el paciente no puede conciliar el sueño, pero luego duerme hasta el día siguiente; en otras, en cambio, duerme, pero se despierta a las 2 – 3 am; y otros duermen, pero no de forma constante. Además, el estrés es terrible para el insomnio, pues causa que el cerebro permanezca activo y eso no nos permite descansar.
Dormir es uno de los momentos más importantes. No sólo descansamos, en estas horas reparamos células, consolidamos la memoria. Es el mejor estímulo para el sistema inmunológico.
¿Qué hacer para dormir mejor? Se recomienda dormir a oscuras, descansar sin que entre un solo haz de luz. En la oscuridad, producimos melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño. Hay que alejar los aparatos electrónicos de nuestro dormitorio; establecer una rutina, estructurando las actividades durante el día. Los especialistas recomiendan que estos horarios deben ser lo más similares a los que teníamos antes del confinamiento.
Si realiza actividad física, no debe hacerse en la noche, si no mínimo cuatro horas antes de dormir.
El horario perfecto para dormir, según los especialistas, son las 10 de la noche, pues allí comienza la liberación de melatonina, la hormona que regula el ciclo sueño-vigilia.
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