¿Qué es la resistencia a la insulina?
Tener familiares de primer grado diabéticos, sufrir de obesidad y llevar una vida sedentaria, son algunos de los principales factores de riesgo asociados al desarrollo de la insulinorresistencia.
La resistencia a la insulina es una condición crónica que puede desembocar en una diabetes. Sin embargo, se puede revertir si se detecta a tiempo y se enfrenta con un cambio de vida.
Se produce cuando el organismo deja de reaccionar a la acción de la insulina, la hormona segregada por el páncreas para distribuir la glucosa en las células y para mantener controlados los niveles de azúcar en la sangre. Con ello, aumenta la glicemia, generando la necesidad de más insulina aún. Se crea así un círculo vicioso, que puede desembocar en una diabetes cuando el páncreas ya no tiene capacidad para secretar más insulina.
Lo importante es pesquisar a tiempo esta condición, pues la evolución progresiva de la resistencia a la insulina, puede revertirse mediante un cambio en el estilo de vida, ejercicio físico y alimentación saludable.
La resistencia a la insulina no se considera una enfermedad, por lo tanto sus síntomas son más difíciles de definir clínicamente. Pero hay una serie de síntomas que pueden orientar a este problema:
- Síndrome miccional, ganas frecuentes de orinar
- Polidipsia, necesidad exagerada y urgente de beber
- Ansiedad por ingerir alimentos, sobre todo, azúcares e hidratos de carbono.
- Cansancio generalizado, los tejidos musculares no reciben la fuente de energía necesaria para funcionar correctamente
- Aumento de peso, especialmente por acumulación de grasa en la zona abdominal
- Hiperpigmentación (oscurecimiento) de algunas zonas del cuerpo, especialmente en cuello, regiones axilares y en las ingles.
- Trastornos cardiovasculares, hipertensión arterial, aumento en los niveles de lípidos (colesterol, triglicéridos).
El tratamiento más efectivo para tratar este problema es un cambio en el estilo de vida.
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